
«La única forma de combatir la traición y evitar la derrota es que el Consejo Militar de Novorossia tome el mando y se constituya como Consejo Militar Revolucionario» [Comité Enrique Lister de solidaridad con Novorossia]
[Comité Enrique Lister de solidaridad con Novorossia / 21 de septiembre de 2014 ] Es ya evidente. Les están traicionando. No tienen otra explicación los Acuerdos de Minsk, el desastre estratégico militar que supone la tregua, los sucesos en el frente con la huida de tropas enemigas, los intentos por quitarle poder al Consejo Militar, la ya nada equivoca claudicación de Moscú a hacer frente a los más «liberales».
Lo único que puede impedir la derrota total es la voluntad de resistir de la milicia de Novorossia y que el Consejo Militar que ha coordinado la lucha hasta ahora, pase a ser un Consejo Militar Revolucionario que tome el mando y adopte medidas enérgicas, este es el único camino, que por otra parte es el que tomaron en 197-18 los comandantes bolcheviques en el Donbas con Artem y Schorz entre ellos. Hoy la situación es muy distinta. Hay una presión brutal en Moscú para evitar la confrontación militar y eludir las sanciones al tiempo que miedo y rechazo a cualquier acción antiologárquica en el Donbas y es por ello que pretenden comprar un acuerdo imposible con el bloque anglosajón capitalista y sus satélites europeos al precio de dejar caer Novorossia; lo que pasa es que no saben como hacerlo sin que su propia población en Rusia se entere de ello.
A diferencia de la situación en mayo, hoy tal vez esa traición se base en forzar el abandono de cualquier posibilidad de victoria y convertir el territorio de Novorossia en una nueva versión de la Transnistria, una franja en zona fronteriza, sometida a control militar en unos enclaves y pasto de mafias y contrabandistas de todo tipo con los escasos recursos en manos de oligarcas locales; un triste final para tanto esfuerzo.
La situación militar es grave de nuevo. El frente ha retrocedido, Mariupol está libre, retrocediendo decenas de kilómetros los milicianos. La situación al este de la carretera de Mariupol Donetsk es delicada pues la franja fronteriza en manos novorrusas es muy estrecha y vulnerable, comprometiendo así Novoazov y la costa; en el aeropuerto de Donetsk sigue habiendo tropas enemigas, las tropas embolsadas en distintas partes del territorio liberado han logrado escapar en gran número y hay concentraciones enemigas en zonas cercanas al frente, se ha pasado de la derrota en el terreno del enemigo a la precariedad de las propias líneas y al reforzamiento de su ejército; este cambio de la situación militar es responsabilidad de algunos los dirigentes de Novorossia y de sus asesores militares que han contenido a los comandantes de la Milicia y boicoteado su Consejo Militar conjunto.
Fue la resistencia popular en el Donbas lo que trastocó todos los planes de los oligarcas y el pulso entre las potencias; unos pocos miles de voluntarios, de trabajadores y campesinos de la región más aplastada de Ucrania y del mundo eslavo han sido los que han protagonizado está última llamarada de dignidad, de decencia y de justificado orgullo antifascista. La respuesta al golpe criminal en Kiev y el fascismo en Ucrania llevó a una respuesta antifascista en el Yugo-Bostok donde confluyeron posiciones nacionalistas y revolucionarias, antioligárquicas, que desde la memoria histórica de la Gran Guerra Patria y la nostalgia de la URSS y la Gran Rusia —todo junto— lograron que en Donetsk y Lugansk se pudiera organizar una resistencia efectiva.
Tras meses de guerra abierta y miles de muertos, cuando los intentos de aniquilación llevados a cabo por Kiev fracasaron en medio de una derrota militar evidente a manos de los milicianos del Donbass y un puñado de voluntarios, la traición es lo que amenaza realmente con aplastar el sueño. Se ha impuesto una tregua que ha supuesto renunciar a liberar todo el territorio y — desde luego— avances que pudieran facilitar la liberación de toda Ucrania. Novorossia esta limitada hoy a una porción del Yugo-Bostock arrasada por la guerra, con las infraestructuras destruidas y cientos de miles de refugiados, y seria hoy muy poco viable como territorio independiente, se hubiera precisado llevar la frontera a la línea del Dnieper para lograrlo.
Los acuerdos de Minsk suponen la derrota política, militar y económica de Novorossia y la aparición de un escenario donde los oligarcas recuperen el terreno y aniden las mafias sobre la miseria y la destrucción física y moral de los supervivientes.
La patética y nula respuesta del Partido Comunista de Ucrania y del Partido Comunista de la Federación Rusa, por mucho del sacrificio heroico de muchos de sus militantes que han acudido casi a nivel individual como voluntarios, ha contribuido a esta derrota en curso, ya muy difícil de revertir. Ha faltado clarisimamente una dirección político militar centralizada que le diera cuerpo a la resistencia, ha faltado lo que los propios camaradas del Donbás y algunos rusos han denominado exactamente con las palabras adecuadas, determinación bolchevique, es decir, la voluntad firme de hacer lo que haya que hacer hasta el final con inequívoca voluntad de victoria.
En Moscú se prohibió hace unas semanas un mitin de la resistencia novorussa, pero se ha permitido una campaña y una manifestación de los liberales pronorteamericanos para «pedir la paz» que no es otra cosa que la derrota de Rusia. Los mismos rufianes que fracasaron completamente en ver venir el golpe en Kiev, o algo peor, que lo vieron pero decidieron «negociar» entre «socios» con Occidente para ser engañados de nuevo, han decidido poner sus servicios e influencia en Novorossia para impedir que la victoria militar defensiva de Novorossia fuese una derrota política y territorial de los golpistas de Kiev. Si Moscú se ha rendido, si pretenden que el bloque anglosajón capitalista les va a respetar y a tratar como «socios» están muy equivocados. A la derrota y al engaño que van a sufrir está sumando con esta acción miserable en el Donbas una verdadera ignominia. Entre la guerra y la vergüenza, han escogido la vergüenza y no van a impedir la guerra.
Solo hay un camino. Reconocer que los Acuerdos de Minsk son un fracaso, formar un Consejo Militar Revolucionario que tome el mando militar en Novorossia, que Rusia reconozca Novorossia, exigir a Europa país por país que denuncie el carácter golpista de Kiev, facilitar la defensa de Novorossia, llevar el frente a la línea del Dnieper liberando más territorios y desde una posición de fuerza buscar entonces la paz. La situación actual es, sencillamente, una derrota en Novorossia y la entrega total de Moscú a los planes de sus enemigos.
GRACO
2014/09/21
«EL CONTUBERNIO DE MINSK»
¡ Hurra por el Comité E. Líster de Solidaridad con Novorossia¡ La verdad, por dolorosa que sea, es la condición sine qua non para hacer frente a la realidad e intentar comprenderla. El párrafo en negrita del comunicado, es a mi juicio la clave de este nuevo gran crimen de Estado. No es que los rufianes «especialistas» en tareas de información y contrainteligencia fracasaran en prevenir el golpe (cosa que sólo puede aceptar un idiota), es que formaban y forman parte del golpe. Esos rufianes tenían todos los recursos imaginables para impedirlo y no lo hicieron. Sí, en cambio, lo están haciendo en el Donbass, donde vuelan depósitos con municiones, aparecen comandantes inventados para arrimar el ascua a las sardinas del Kremlin y dividen a la dirección patriota con procedimientos que «olvidaron» aplicar en Kiev. Y tampoco se puede hablar de supremos jugadores de ajedrez y sutiles estrategias geopolíticas, si no de mamporreros al servicio de la administración de los intereses de los oligarcas nacionales y extranjeros. Pronto sabremos cuál ha sido el trueque por el que han pagado con la vida -y van a pagar- varios miles de milicianos y civiles del Este de Ucrania. Qué le va a dar Occidente a Rusia a trueque de Ucrania, ¿paz para organizar los juegos de 2018? ¡Serán canallas!.
Pero si los perpetradores de este crimen de Estado no están ya al descubierto (Y esta sería para los trabajadores rusos un victoria tan grande como la militar para los ucranianos del Este), es por otra verdad dolorosa que se ha puesto en evidencia: el papel del PCFR. Todo viene a confirmar que ellos no son otra cosa que los escalones más bajos de la vieja y decrépita jerarquía del PCUS, aquellos que no pillaron cacho y se vinieron a conformar, como sus homólogos comunistas institucionales de Occidente, con montar un tenderete para ir tirando, mientras exigen a las burguesías nacionales, siempre de palabra, lo que ellos no se atreverían a hacer si estuvieran el poder. El PCFR, en vez de comprometerse con todas las consecuencias a poner en evidencia ante los trabajadores de Rusia a la granujería del Kremlin, con su milonga de quintas y sextas columnas inventadas para intoxicar a los de allí y a los de aquí, se ha limitado a hacer el papel de Cáritas Diocesanas y a lloriquear en nombre de no se sabe qué alma rusa que, como un fantasma, recorre lo que queda de Rusia.
lino_lencinas
2014/09/21
Los volvieron a engañar los de la OTAN a los rusos.
Durgin comento ,aqui en Argentina, que en 2005 le pregunto personalmente a Zbigniew Brzezinski porque no cumplieron con la promesa a Gorbachov de no avanzar la OTAN hacia el este despues de la caida del muro de Berlin y Brzezinski le respondio como algo muy natural :»los engañamos»…
Y a mi forma de ver ,con esta actitud que esta tomando,Putin tiene que tener las valijas hechas…o lo echa el pueblo ruso o los marines de OTAN…los ni-ni no tienen futuro…o es chicha o es limonada…
Recien ahora comprendo la razon de las purgas que hizo STALIN entre sus colaboradores…
no se puede dormir con el enemigo dentro de la casa…
https://www.youtube.com/user/CanalTLV1
8910 N°22 – Alexander Dugin: La Cuarta Teoría Política. El
ver :1:36:30 hs…
Enhoramala
2014/09/21
Les voy a hacer un comentario de, simplemente, lo que pienso…
El sionismo internacional, el capitalismo dominante de ahora, no va a ceder su poder o su capital por aceptar a Rusia en el club. Bajo la lógica del capitalismo, yo el capitalista no me voy a alienar de mis bienes que son mi poder, para compartirlos con otro actor que se cree capitalista, que nadie lo invitó al club y que no estaba prevista su membresía.
La enorme ingenuidad de las autoridades actuales en el Kremlin y de la naturaleza traidora del ‘edinaya rossiya’ nos hace recordar los malos tiempos de aquellos tirañuelos que al pensar que lo sabían todo y lo podían todo, dejaron muy mal parado al socialismo, esa interpretación equivocada de las frases de Lenin «por vez primera, las clases despojadas tomarán el poder» se interpretó luego como la necesidad de poner al ciego a trabajar en un taxi y poner a un liciado a competir en las olimpiadas en el maratón. Sin duda estos errores pusieron a un incompetente al frente del servicio secreto, permitió el ascenso de Gorbachov y éste a su vez lanzó todo al precipicio con la ayuda de alguien más incompetente que él: Yeltsin. Y no pretendo atacar al socialismo, sólo constato que en el cambio de poder destruyeron lo bueno del socialismo pero prevaleció aquello que les convenía para preservar el poder.
Ahora Putin intenta levantar una Rusia que su propio partido destruyó: ellos se arrojaron al abismo sólo para tratar de volver a trepar hacia la cima, y a base de pamplinas, por cierto. Ahora tenemos a un Putin que pretende poner ideologías tan absurdas que hasta los medievales se sonrojarían.
Putin ya dijo que está en contra de la hegemonía o liderazgo de Rusia en el mundo, también nos ha mostrado que él entra en guerra sólo para que, después de ganar, vuelva a colocarse, con obediencia y sumisión, bajo la suela y el mando del enemigo perdedor.
Se sabe que en la guerra, donde ya no hubo negociación, ya no es necesario negociar. Pero Putin tratará por todos los medios evitar aplicar esto, también evitará por todos los medios que alguien llegue a pensar dentro o fuera de Rusia, que el capitalismo ya no funciona – este es su gran miedo. Y si negocia, es sólo para beneficiar unos cuantos oligarcas, él y su partido ya no representan al pueblo.
La gran lógica del ‘edinaya rossiya’ era capturar al estado para que así «el pez chico pudiera devorar al grande», y aquí me refiero a las corporaciones y a los oligarcas que apenas emergían. Tratar de aplicar esta tónica absurda a la lógica e imperdonable bajo el capitalismo al que ellos mismos mal llaman «occidente» no puede funcionar, tal como lo aclaré en el primer párrafo.
En primer lugar no hay occidente, como socialista les digo que no hay arriba ni hay abajo, todos somos iguales, y este sector es sólo un pequeño grupo de capitalistas que no son fieles a ningún estado, mucho menos al pueblo. Segundo, es inconcevible llamarles «socios» pues evidentemente la actual administración del Kremlin no es ni capaz de escoger a sus amigos. Como socialista, otra vez, no se debería sentir preferencia por los EU o la UE.
No se sabe cuánto tiempo más los ciudadanos de Rusia tendrán que seguir soportando tantas humillaciones gracias al actual «liderazgo» y que este complete su tarea traidora. Y como socialista tampoco confío en las elecciones, ni en Rusia ni en ninguna parte. Sólo desearía tener líderes de extracción obrera y labriega que realmente representen al pueblo. El esquema de 2 -o más- partidos y cero soluciones, como en EU, no me interesa.