Sánchez Gordillo y Diego Cañamero: «es lo que haces, no lo que dices» / A. Ribas

Posted on 2012/08/10

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[blog Jekyl y mr. Hyde ]

Lo único que el capitalismo tolera mientras no decida desembarazarse de esa “democracia” que ya empieza a ser disfuncional a sus intereses, son concentraciones de cabezudos y danzarines con zancos, alegres batucadas y paseantes que vociferan con arreglo a los ritos tribales primitivos, a ver si con alaridos y gesticulaciones se intimida al adversario y nos devuelve por las buenas el Estado de bienestar. Ese estado de bienestar que, por cierto, muchos trabajadores (disculpen los aludidos si los insulto con el calificativo)) han creído que había caído del cielo y que su origen es tan natural como la sucesión de los días con las noches. Este es el problema: se ha olvidado que la totalidad de los logros sociales de la humanidad han sido consecuencia de formidables luchas y enormes sacrificios durante siglos y que, en concreto, el llamado Estado de bienestar fue el resultado de la victoria de las divisiones del Ejército Rojo que tomó Berlín bajo la dirección del mariscal Zhúkov.

Hay que decirles muy alto y muy claro a cuanto pordiosero ontológico ponga cara de idiota, que el Estado de bienestar no lo trajeron los Reyes Magos. El Estado de bienestar vino en la punta de la bayonetas de los fusiles soviéticos.

Ahora que Urdangarín se dedica a ocultar en los paraísos fiscales el dinero robado a los españoles y los banqueros se aprestan a repartirse otros 100.000 millones de euros que pagaremos los trabajadores; ahora que 160.000 millones de euros de los HDLGP “patriotas” se han fugado al extranjero; ahora que nadie en el Gobierno pide cárcel para los de Bankia, Gurtel y los del ERE por sevillanas….ahora que la corrupción, el saqueo, el cohecho y la prevaricación son la comidilla de cada día en un país neofranquista que los españoles han refrendado como ovejas durante 35 años… Ahora resulta que el sindicato SAT y los luchadores Sánchez Gordillo y Diego Cañamero son unos “terroristas” por repartir carros de comida, expropiadas a la cadena Mercadona, entre familias que ya no pueden sufragar los gastos de alimentación. Vale decir, por actuar consecuentemente.

Leed y escuchad lo que están diciendo de ellos la “izquierda” y los “sindicatos” profesionales; porque es normal que los medios al servicio del capital pretendan desviar la atención sobre los estafadores y ladrones de guante blanco, señalando a los trabajadores que han dicho basta y se han puesto a hacer en vez de decir majaderías reaccionarias que nunca tuvieron nada que ver con la izquierda de clase. Lo que no es normal son la indefinición o las declaraciones ambiguas, cuando no la reprobación, que está haciendo de las acciones del SAT esa “izquierda y esos sindicatos corporativos.

Pronto vamos a ver como se caen definitivamente las caretas de la izquierda venal y los sindicatos de la patronal. Aquí no va a quedar títere con cabeza. Desenmascarar a esos felones que tuvieron su origen en la clase trabajadora antes de que los privilegios de su nuevo ser social modificara sus conciencias, es la condición previa sin la cual no podremos poner orden en nuestras filas.